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Para la profesora, estos espacios son vitales porque enseñan a los jóvenes a ser respetuosos de las normas y de las leyes, pero sobre todo, a rechazar el consumo de licores, cervezas y cigarrillos a temprana edad. El GOA tiene como premisa que cuando los estudiantes comprenden que cuidarse es también cumplir la ley, están protegiendo lo más valioso que tienen: su salud y su vida.
Con este tipo de jornadas, el GOA siembra conciencia y promueve una cultura de legalidad que trasciende más allá de los comercios, impactando en la formación de ciudadanos responsables y comprometidos con el presente y futuro de Arauca.
